No es un b
autizo normal, podían no haber nacido. Pero sus vidas se cruzaron en las puertas de distintos abortorios por Rescatadores Juan Pablo II. El domingo 12 de junio entraron en la !casa de Dios». La ceremonia estuvo presidida por el obispo de Getafe D. Joaquín María López de Andújar y concelebrada por D. Ramón Alfredo Mirada (Pachús). Cada una de sus vidas podía haberse truncado. Cada historia es distinta. Los rescatadores la conocemos bien, en muchos casos queda entre la madre y el rescatador. Pero alguna quiere hablar, necesita hablar. Nos emociona a los voluntarios de la asociación MásFuturo como a ninguna madre le ha costado venir a la cantidad de catequesis, clases y charlas que hemos tenido. Ellas saben que el único camino es “volver a Dios”.
Elisa iba a entrar en el abortorio más grande de Madrid. Ese día no éramos muchos rescatadores y las mujeres entraban desde todos los ángulos, no dábamos abasto. La vimos acompañada. Los rescatadores Juan Pablo II sabemos bien que generalmente las parejas nos impiden hablar con ellas. Ya iba a entrar en el coche para irse cuando decidimos darla un folleto de información. Me miró a los ojos, estaba triste, tenía otros hijos. Una situación complicada. Salió del coche y nos dio su teléfono. Esa misma tarde vino a la asociación MásFuturo. Hoy bautiza a sus otros hijos. Su vida ha dado otro rumbo. Nos hace muy felices.
Unos rescatadores salían de exámenes y decidieron ir a hacer rescates. Ese día tuvieron su recompensa. Alicia salía del abortorio. Es una chica guapa, parece decidida. Al principio no quería saber nada. Pero se volvió y recogió un folleto de ayudas a madres embarazadas. Alicia les pregunto si cobraban por eso, que cuanto tiempo llevaban hoy en rescates. Se sorprendió tanto de la respuesta que les dejó su teléfono. Más tarde comentó en la asociación que unas personas que con frio o calor, sin cobrar nada, y con el cansancio de estar tantas horas ahí, no puede ser nada malo. Nos sorprende que le guste tanto venir a la asociación. No se ha perdido ninguna clase. Está feliz.
Nuria es muy joven. Su bebé fue concebido violentamente. Pero ella decidió que merecía vivir. No fue nada fácil, juicios, presiones, depresión. Pero todo tiene su recompensa. Ha aprendido mucho de las catequesis, es la que mejor se lo sabe todo. Ahora empieza a sonreír, nos mira y en seguida sonríe. Ha aprobado todo. Y nos da mucha paz.
Dislandy, es la única que nos ha dejado su nombre real. Su hijo va a cumplir un año. La conocimos cuando estaba en su quinto mes de embarazo. Había concertado una cita con el abortorio. Pero su vida dio un rumbo distinto. Unos rescatadores que repartían información para madres embarazadas la pararon. Ella escucho atentamente. José, el rescatador la explico que ese bebe era su hijo, irrepetible, único. Poco a poco se calmó. Está tan agradecida que quiere hablar con todo el mundo. “Por favor que No Lo Hagan, yo hubiera abortado a mi hija Natalia, no concibo mi vida sin ella”. Dis, como la llamamos en la asociación, es ahora una mujer alegre, tiene muchos planes. Ella sabe que su vida no va a ser fácil, pero sabe que le ha dado a su hija el mejor regalo, La Vida. Marta Velarde, Rescatadores Juan Pablo II+asociación MásFuturo
Reblogueó esto en Reflexiones.
Hay algo que me sorprende vivamente en todo esto.
Me pregunto cómo es que una mujer que está decidida a abortar y/o tiene unos problemas tan irresolubles que no ve mejor salida que ésa, en cuanto un desconocido en la puerta del centro que practica abortos, le hace caso y cambia de opinión.
Barajo varias opciones: no es muy lista y se cree lo primero que le suelta un cantamañanas de turno, tenía muchas dudas acerca de la decisión de abortar y/o no tiene tantos problemas como cuenta o cree. Es que no me lo explico.
A mí se me acerca un tipo desconocido a las puertas de un centro médico al que voy a hacerme un procedimiento a meterse en mi vida y me meto corriendo en la clínica avisando de que hay un loco en la puerta.
Fallenangel, de que tú no te expliques algo, se infiere que la estulticia no procede de las valientes mujeres de las que aquí se habla. Yo, que tengo el placer de conocer a muchos de los rescatadores y voluntarios, puedo afirmar que entre ellos no he encontrado a ningún «cantamañanas» en el sentido unívoco que le proporciona la RAE. Las afirmaciones, para ser dignas de ser tomadas en consideración, han de hacerse en función de un conocimiento demostrable; como no es así, tu afirmación convierte en irrefutable mi primera aseveración.
Un saludo.
Ya ves tú. Me faltas al respeto con palabras cultas y sigues sin darme una explicación razonable. Lo que yo digo: chicas crédulas, pero sobretodo que tienen muchas dudas sobre la decisión de abortar y no van convencidas y/o se pueden permitir criar al crio en condiciones.
A mi me llega a venir un crio/a o quien sea con la frasecita sentimental de «piensa que es tu hijo, que no te lo van a devolver» a lo que llevaba encima cuando fui a abortar y lo mando a cardar.
Fíjate tú cómo era de firme mi decisión de abortar que a mí me aseguran que, después de eso jamás podria tener hijos (que ha sido así, primero porque me hice ligadura de trompas a los 32 años y, a los tres años, me quitaron el útero y las trompas, pero evidentemente no por el aborto, en el que no hubieron complicaciones) y no hubiera cambiado de opinión.
Y ahora voy a decir una burrada: me llegan a asegurar con certeza y estudios serios que la probabilidad de desarrollar cáncer en un futuro era muy alta y me lo hubiera pasado por el forro y abortado igual.
La que tiene claro que no hay otra solución, no cambia de opinión así como así.
1. Eres tú la que faltas el respeto a las chicas y a los rescatadores y yo te devuelvo las «argumentaciones».
2. Las «explicaciones razonables» están en una sección del blog que has visitado mucho porque está llena de tus comentarios. También dan muchas de esas explicaciones algunos de los iniciadores del movimiento pro aborto, que seguro que también has leído. Así que no me hagas perder el tiempo.
Mujer, no te enfades. Además, si has decidido leer y contestar mis comentarios, ha sido porque te ha dado la gana. Si consideras que pierdes el tiempo, ya es cosa tuya, que yo no te he obligado.