Viernes a la hora de comer. Un grupo de rescatadores universitarios sufrimos una situación muy violenta frente a la clínica abortista Dator. Estábamos tranquilamente, hablando en una esquina, pendientes de alguna chica que entrara o saliera de la clínica en busca de otras alternativas al aborto, cuando se nos acercó una señora preguntándonos qué hacíamos ahí y a qué asociación pertenecíamos. Le explicamos que somos un grupo de voluntarios, independientes a cualquier asociación, que ofrecemos ayudas a las mujeres que están embarazadas para que puedan continuar con su embarazo. Y de repente empezó a insultarnos gritando por toda la calle, parando la circulación: nosotras abortamos por que nos da la gana, mi madre abortó hace 30 años, o que lo único que buscábamos era un beneficio económico, y a insultarnos. Todo ello en un tono bastante alto, de tal forma que las personas que estaban en la calle se quedaron mirando, impresionados de la agresividad con la que nos gritaba. De hecho un chico ajeno a nosotros tuvo que separarla de nosotros pidiéndole que se tranquilizara. Varias de nosotras tuvimos que cambiarnos de acera, ya que la mujer seguía insultándonos y no parecía que fuera a parar, pues nos dijo que llevaba mucho tiempo callada y que se iba a quedar allí para boicotearnos. Frente a la impotencia de no poder defendernos, decidimos no entrar en la discusión. Cada vez más agresiva el personal de la clínica de abortos que salía sonreía al ver que casi llega a agredirnos. Hechos tan desagradables como estos ya hemos tenido varios. Como aquel “señor” que nos gritaba diciendo: ¡queréis que las mujeres no aborten para que trabajen para los ricos! Creemos que dar información a las personas que se encuentran en la situación de un embarazo no deseado, no es coartar su libertad, más bien, es ensanchar su campo de visión, pues al conocer más opciones podrá tomar más libremente su decisión de continuar con el embarazo o de finalizarlo, que no de interrumpirlo, ya que el aborto termina con una vida, que es independiente al cuerpo de la madre, y que solo necesita tiempo para madurar. Y también dejar claro que l. Ana C, Blanca L. y Sofía L.