¡Afuera!: los padres de los niños no-nacidos no tienen entidad legal para decir si sus hijos viven o mueren

(Notifam) –Hilary-White ¿Qué es lo primero que aparece en la mente de la gente común cuando escuchan la palabra “aborto”? Si usted ha tenido suerte, o ha sido bendecido suficientemente para haber visto a través de la retórica común de nuestra cultura que hace un culto de la muerte, usted puede responder algo así como: “… [el aborto] mata a un niño no-nacido”. Pero por desgracia, y a pesar de nuestros continuos esfuerzos, el mundo en gran medida todavía no ha hecho esa conexión. No, lo que la mayoría de la gente piensa espontáneamente cuando escucha esa palabra es que se trata de un “derecho de la mujer”. El tema de los “derechos” en la retórica del aborto es el primero y el último en cualquier debate sobre el tema.

Yo no estaba involucrada en el movimiento pro-vida, ni siquiera le prestaba mucha atención, cuando el caso Chantal Daigle fue objeto de titulares en Canadá, pero la decisión de la Corte Suprema en Tremblay vs. Daigle (1989) sentenció que un feto no tiene estatus legal en Canadá como persona, ya sea en el derecho consuetudinario canadiense o en el derecho civil de Quebec. Mientras que Canadá no tiene una ley positiva sobre el aborto, el estatus del niño por nacer está firmemente establecido: no hay ninguno. Entre el no-estatus legal del aborto y la no-existencia legal del niño no-nacido, la pregunta que en ese momento se debatió en el caso Daigle fue: “¿un padre tiene algún derecho?”. En Canadá, la Corte Suprema decidió que no.

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