Yo tenía una amiga. Pero la vida de un bebé está por encima de cualquier amistad. Vivo en una ciudad donde casi todo el mundo se conoce. Las dos estudiamos en el mismo colegio, pero nuestras familias son totalmente distintas. Un día me llama. Está embarazada y su madre la incita a abortar. El padre del bebé que espera dice: “respeto tu decisión”. Cuando su madre pretende echarla de casa mi familia decide acogerla “el tiempo que sea”. Pero ella tiene cita para abortar en un abortorio que se puede abortar hasta término, aquí en España. Cuando está en el quirófano se pone a llorar y se va. La madre la echa de casa. Y en casa del novio este empieza a presionarla para que aborte. Marta, de la asociación MásFuturo le aconseja salir de allí, todo está preparado para ayudarla en todo, estudios, trabajo, alojamiento, … ¡todo!. Pero ella empieza a escuchar a su entorno. La jefa de la madre la llama para decirla que su madre está triste porque no ha abortado. Los amigos del novio me llaman con teléfono oculto, ¡aquí en España el aborto es un derecho!. Pero en realidad es ELLA la que ha preferido que su hijo no viva. Ella tendrá que saber que pocas veces alguien la va ayudar tanto como nosotras, sin pedirla nada a cambio. Y ella ha sido la que decidió que su “estatus” está por encima de la vida de su hijo. . Ahora solo puedo pedir a Dios que acoja al bebé que ella no quiso que creciera. Yo le llevo muy dentro. Nunca le olvidaré. Carmen, universitaria, foto con amigos rescatando bebés.