El gobierno de Biden apoya la imposición de la censura contra opiniones provida en todo el mundo

(C-Fam/InfoCatólica) El proceso de elaboración de normas digitales para vigilar, moderar y censurar el discurso en línea se está llevando a cabo con el pretexto de combatir la «violencia de género facilitada por la tecnología», y cuenta con el respaldo de más de una docena de países.

Las normas obligarían a los gobiernos y al sector privado a censurar proactivamente las críticas a la ideología de género como forma de «incitación al odio». También obligarían a las plataformas en línea y a los proveedores de Internet a hacer cumplir la ortodoxia feminista mediante algoritmos automatizados e inteligencia artificial, según lo que se ha dado en llamar un enfoque de «seguridad por diseño».

“La negación del acceso al aborto ha sido identificada como una forma de violencia de género contra la mujer, que puede constituir tortura y/o trato cruel, inhumano y degradante”, se lee en una nota informativa de la oficina de derechos humanos de la ONU que resume el tema.

Bebé abortado recogido del cubo de basura de un abortorio de Madrid, 2007. Trabajo realizado por voluntarios durante una semana del cubo de basura de distintos abortorios de Madrid.
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