Es lunes y varios rescatadores hablamos con algunas mujeres que salen o están en las cercanías de un abotorio de Madrid acreditado para hacer abortos del segundo y tercer trimestre de embarazo. Una de ellas viene de Italia. Se acaba de hacer el aborto. Esta muy arrepentida. Nos comenta que, si hubiéramos estado allí antes de que se hiciera el aborto, no se lo hubiera hecho. Una rescatadora nueva se queda fatal. Se echa la culpa de haber llegado tarde. la comentamos que esto lo va a oír casi cada día que venga a rescates. Invitamos a tomar algo a la chica. Nos da un abrazo.
El martes haciendo rescates en otro abortorio distinto, un rescatador nos comenta que ha conocido a una mujer portuguesa que se acaba de hacer un aborto exprés. Todo gratis. El miércoles en un tercer abortorio otra pareja ha venido de Inglaterra. Ella está muy hinchada. Los rescatadores la preguntan de cuanto estaba de embarazo. Ella en un malísimo español comenta que bastante. Muy triste la rescatadora se queda bloqueada. No puede ni hablar. El jueves en un cuarto abortorio ven entrar a toda prisa a dos mujeres. Después los rescatadores se enteran que son del norte de Portugal. El viernes, otras dos chicas salen de un abortorio también acreditado para hacer abortos tardíos. Como van con una maleta les extraña a los rescatadores. Han llegado ayer y esta mañana se ha hecho el aborto. La que la acompaña quiere irse, pero la chica que se ha hecho el aborto quiere hablar con la rescatadora y se queda sola. Dice que en su instituto nadie la informo de otras alternativas y a su familia «aceptan lo que ella diga», nos cuenta que deberíamos ir allí a informar. Después de mucho tiempo hablando con la chica, el personal del abortorio nos hacen fotos. Ella se siente incómoda y se va.
El sábado vemos a una chica que andaba lenta. La preguntamos si necesita ayuda. No entiende español. Nos habla en inglés. Se acaba de hacer el aborto. Nos comenta que es el único país donde le podían hacer el aborto.
Cada día vienen más de Europa para hacerse un aborto «gratis» sin preguntar nada a España. Ahora convertidos en el abortorio de Europa. Rescatadores Juan Pablo II



