Con 21 semanas de gestación se le detecto un quiste cerebral. Los médicos aconsejaron a Danielle Davis, su madre, de 24 años, y a su marido, Andrew Smith , de 31 años, que abortaran ya que ese quiste cerebral significaba una discapacidad probable. Después del susto, decidieron seguir con el embarazo. Los médicos siguieron vigilando el quiste del bebé durante el embarazo de Danielle. Finalmente , después de esperar 18 semanas más, le indujeron el parto a las 39 semanas. Y nació con «Anoftalmia», un término griego que significa «sin ojos», es el nombre de una discapacidad incurable en la que el niño presenta las cuencas de los ojos vacías. Como ellos dicen: «Pero ella es nuestra preciosa bebé, y no nos arrepentimos para nada de tenerla». LifeActionNews
Hace unos días una mujer de 21 semanas de gestación llamó al teléfono SOS para ver si podía abortar porque su bebé parecía que tenía uno de sus ojos mal, no quería tener hijos con «malformación».
Podremos teorizar sobre el aborto, esto es un testimonio lleno de amor.