Alicia y David (nombres no reales) son unos de los 30 niños que +Futuro ha podido llevar a campamentos de parroquias la mayoría de la diócesis de Getafe. Son dos hermanos de 13 y 11 años de familias con problemas. Violencia, malos tratos, educación sin valores, o como me decía Alicia antes de ir: no se lo que esta bien ni lo que esta mal. No distingo. No tenían ganas de ir. A las 7 de la mañana del día que partían, costo convencerlos. David sonríe poco. Alicia es de las que les preguntas su nombre y es NO, su apellido es NO y siempre a todo es NO.
Nos esperaban muchos niños, algunos de +Futuro. D. Francisco el párroco y el incombustible «PACHÚS«. Alicia y David no son unos niños cualquiera, dieron problemas ya los primeros días. La asociación no les había avisado, o como nos dicen algunos párrocos: «Estos niños que nos traéis ¿de qué religión son?». Pasaban los días y un sacerdote nos iba comunicando lo que hacían día a día. Nos daba pena pensar el trabajo que les habíamos pasado.
Llego el el último día. Decenas de niños de la asociación abrazandonos, y no veía a Alicia y a David. Estaban sentados cabizbajos. No quieren irse. Las monitoras les abrazan, les dicen que se verán y consiguen que dejen de llorar. Cuentan que han aprendido a rezar, a querer a la gente, a contar sus cosas y a confiar en Dios. En el camino de vuelta solo quieren cantar canciones de misa, D. Francisco les ha enseñado muchas. No paran de quitarse la palabra hablando de que Dios les quiere mucho, que NUNCA nadie se ha portado también con ellos ni NUNCA nadie les ha dado esperanza.
Su madre me da las gracias decenas de veces de madrugada. Sabe que salvar a su hijo del aborto no es solo darles la vida. Desde +Futuro queremos agradecer a todos los campamentos y en especial al de la parroquia de la Inmaculada. Gracias. Mil gracias. Marta Velarde, +Futuro.