El 21 de febrero se cumplen 7 años de la muerte del doctor Bernard Nathanson. Impulsor del movimiento en la defensa del no-nacido. Dueño del mayor abortorio de los años 70 en EEUU. Obstetra, ginecólogo y co-fundador de NARAL, el mayor lobby abortista del mundo. El reconocía en una comida la primera vez que vino a España, que habia matado a su propio hijo. Se convirtio al catolicismo 10 años antes de su muerte. La verdad siempre fue su meta en su vida. Tuve el honor de conocerlo. Su recuerdo ha sido un norte en mi vida. Marta Velarde, rescatadora Juan Pablo II gracias a él.
La doctora Kathi Aultman sigue sus pasos: no ha podido ser más explícita al definirse a sí misma. La doctora Kathi Aultman sabe bien de lo que habla cuando se considera a sí misma como una asesina en masa, un término que ella misma ha asumido y que utiliza en sus charlas y exposiciones provida, como la que dio el pasado miércoles en un comité de la Cámara de Representantes de EEUU. (Foto: La Dra. Kathi Aultman flanqueada por el Senador Estatal de Arkansas Jason Rapert (izquierda), el Representante Andy Harris, R-MD, y el Representante Mike Johnson, R-LA.Claire Chretien / LifeSiteNews) Durante su declaración, la doctora Aultman contó cómo se dio cuenta de lo equivocada que estaba, del error que supone llamar feto a los niños en el vientre materno y de lo que ahora le pesa su pasado.
“Le preguntamos (a una joven madre) si quería ver a su bebé y contestó ‘no, solo quiero matarlo’”
La propia Aultman, que también se ha sometido a un aborto, destacó la diferencia entre la felicidad de quienes eligieron la vida y tener a sus hijos, con respecto al trauma de quienes mataban a los suyos. “No creo que una mujer pueda permanecer indemne después de matar a su hijo”.
Desde entonces esta médico se ha convertido en una luchadora por la vida, como demostró este miércoles ante el comité al defender una propuesta de ley que prohibiría los abortos en los casos de aquellos niños no nacidos cuyo corazón empiece a latir.
“Nuestra sociedad ha sido objeto de una propaganda extrema de los partidarios del aborto. Nos hemos vacunado”
Solo porque “no podemos ver en quién se convertirá, porque no le podamos ver, no se puede justificar el sacrificio de un bebé en el útero materno”, declaró.
“Nuestra sociedad ha sido objeto de una propaganda extrema de los partidarios del aborto. Hemos ‘vacunado’ nuestro lenguaje para hacer que el aborto sea más agradable”, insiste. Y pone un ejemplo. Cuando ella era una abortista, reconoce que llamaba a los bebés fetos, y solo se refería a ellos como bebés cuando ya habían nacido.
“Los recuerdo diminutos pero perfectamente formados, con sus miembros, intestinos, riñones y otros órganos”, relata la médico al referirse a los restos de algunos de sus abortos.