Abortar por correo

Las pastillas se solicitan a través de una web y se envían desde una farmacia de India. No hay ninguna supervisión médica y los peligros se multiplican. Desde la Asociación Más Futuro insisten en que la vida es siempre la opción más acertada.

El día que Aurora decidió abortar por correo, intentó decírselo a sus padres. Cogió el teléfono y marcó su número, pero no fue capaz de dejarlo sonar. Por aquel entonces, tenía 19 años y cursaba su segundo año de universidad. Ella es de un pueblo de León y la carrera que quería estudiar no la había allí. Entonces, sus padres decidieron enviarla a Madrid. «Soy hija única y siempre he estado muy sobreprotegida. Ellos querían que madurara y que aprendiese a desenvolverme sola en la vida», explica esta joven con un nombre ficticio, pues prefiere mantener su anonimato. Así, se matriculó en segunda convocatoria, hizo las maletas a toda prisa y puso rumbo a su nuevo hogar. «Me fui a una residencia de estudiantes para chicas, donde hice muy buenas amigas. Estudiábamos mucho y salíamos poco. Lo hacíamos todas juntas y con los chicos de otras residencias. En una de las novatadas, bebí y me besé con el que me gustaba. Los dos estábamos un poco desinhibidos y acabamos acostándonos. Éramos unos inexpertos y no calculamos las consecuencias de nuestros actos: me quedé embarazada». De eso se enteró a los dos meses. Entre los exámenes y los nervios no le dio importancia a la primera falta; con la segunda se asustó y compró un test de embarazo. «Me lo hice en el baño junto a mi mejor amiga. Salió positivo. Lloré, grité, pataleé. No se lo podía decir a mis padres, ellos confiaban en mí y se estaban sacrificando para pagarme los estudios. No podía defraudarles», recuerda Aurora. De repente, sintió que el mundo se le caía encima de golpe: «Al chico tampoco se lo comenté porque no quería convertirme en la comidilla de la residencia y entre mi amiga y yo empezamos a buscar soluciones desesperadas en Internet. Ni que decir tiene que ni juntando el dinero de las dos nos daba para una clínica privada. Pensaba que si iba al médico de la Seguridad Social quedaría registrado el aborto en el expediente y tenía miedo de que mi familia se acabase enterando en algún momento». Así se dio de bruces con la posibilidad de interrumpir el embarazo por correo y con uno de los mayores sustos de su vida. Los medicamentos utilizados fueron mifepristona y misoprostol, que aparecen recogidos en la lista de fármacos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2005 y están disponibles en casi todos los países europeos, Estados Unidos, Rusia, China, Australia y Canadá. + en LaRazon

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

5 respuestas a Abortar por correo

  1. fallenangel dijo:

    ¿Qué le pasó a la chica?. No cuenta cómo fue el aborto, si tuvo algún tipo de consecuencia física. Esto no disuade a nadie de realizarse un aborto de esa manera; y es que me imagino que ésa es la intención.
    Desde luego, más le hubiera valido ir a la Seguridad Social a que le tramitaran la gratuidad del aborto porque el médico no puede romper la confidencialidad médico-paciente ni siquiera con los padres de una chica, más siendo mayor de edad (se puede buscar un lío gordo si la paciente denuncia) y dejarse de pastillas sacadas de cualquier parte, que en algunos casos se trata de estafas en las que sacan el dinero y no envian nada.

  2. fallenangel dijo:

    Os digo más.
    Ya sabéis que yo tuve un aborto provocado a los 22 años, casada y con una hija de un año recién cumplido.
    En aquella época, la ley que estaba vigente era la de supuestos de 1985 y no había forma de abortar gratuitamente por muchos problemas que tuvieras a no ser que entraras en uno de esos supuestos, o fueras menor, que de alguna sé que se lo legalizaron.
    Muchas mujeres abortaban pagando de 300 a 500€ en las clinicas privadas que existían en su ciudad o en la más cercana.
    Yo no disponía de ese dinero, tal como le pasaba a la chica de este caso (eso sí, como hubiera tenido la posibilidad de acceder a la gratuidad por la Seguridad Social, hubiera accedido sin pensármelo al no disponer de otras opciones) y tuve que recurrir a un familiar, que un poco más y no consigue el dinero. Esto me creó mucha impotencia, una sensación de injusticia tremenda.
    ¿Cómo era posible que mujeres que simplemente no querían seguir adelante con el embarazo, que no las critico, pudiesen acceder sin problemas a esta prestación y yo no por no poder disponer rápidamente de 400€?. No es plan tener un hijo al que encima no puedes ni deseas criar por esa única razón. Es penoso.
    No olvidaré nunca lo que pasé. Me pongo en el pellejo de mujeres que pasan por ello.
    Por eso os digo que yo en aquella época llego a saber que existían esas pastillas, tengo acceso a ellas, las hubiera tomado y que pasara lo que tuviese que pasar.
    Si me dijeran que hay muchas mujeres han muerto por usar esas pastillas, o que son un timo total, a lo mejor me lo hubiera pensado, hubiera dudado; pero si me dijesen que hacen efecto y muchas mujeres han conseguido abortar tomandolas y, como máximo, han tenido un sangrado fuerte, anemia o incluso un aborto retenido, yo personalmente me la hubiera jugado.
    Menores que no lo dicen a sus padres por las razones que sean e inmigrantes en situación de irregularidad en el país lo van a seguir haciendo.
    Este relato informa de que la posibilidad de abortar de esa manera existe, pero no disuade a nadie que esté completamente segura de querer abortar.

  3. fallenangel dijo:

    No me di cuenta de que el final del relato continuaba en el artículo de La Razón.
    La chica tuvo un fuerte sangrado, le bajó la tensión a lo bestia, se desmayó y acabó en el hospital.
    Lo dicho: a las mayores de edad, si van a abortar sí o sí, más les vale ir a una clínica privada pagando el procedimiento si se lo pueden permitir, o tramitando la gratuidad por la Seguridad Social.
    Las menores que no puedan contárselo a los padres y las inmigrantes en situación irregular que no cuenten con dinero suficiente para pagar los 300 a 400€ van a seguir haciéndolo.
    Es bueno que se sepan los riesgos de ingerir píldoras abortivas por correo, pero considero que lo mejor sería que estos colectivos pudieran acceder al aborto gratuitamente para evitar estos problemas y disgustos.

  4. Guille dijo:

    Cada día los vecinos de distintos abortorios nos mandan fotos de féretros, casi siempre a partir de las 7 de la tarde cuando el movimiento de la gente en la calle es menor. Pero aunque las mujeres mueren por abortar sea legal o no, el que de verdad nunca le dejan vivir, aunque nazca vivo, es el bebe que llevan dentro.

  5. fallenangel dijo:

    Tú lo has dicho. Si se van a producir dos muertes y podemos salvar a una, evitemos que se produzcan dos muertes. El aborto legal, seguro y gratuito, de fácil acceso, evita más muertes que el ilegal, ergo, aborto legal.
    Pero ya sé que tú no piensas igual. Sé que tú quieres salvar las dos vidas, pero evitando que la mujer tome la decisión del aborto.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s