Hace unos días, mi marido, mi hija y yo fuimos a visitar a cuatro hermanos pertenecientes a una familia a la que Más Futuro ha ayudado durante años. Dos de los niños son ahijados de mi marido: el mayor y el pequeño. Pasamos una bonita tarde jugando y compartiendo el tiempo con ellos. Al regreso, ya de noche, mi marido me hizo partícipe de un pensamiento que le rondaba la cabeza:
-Mientras jugaba con David (nombre ficticio), él estaba contento y cantaba. Se puso a cantar Cumpleaños feliz y, al pensarlo, me siento conmovido.
-¿Y eso? Aún faltan unos meses para que cumpla años. No entiendo.
-Que pensé en su alegría y su vida.
-Pero no entiendo qué tiene que ver.
-… Ese niño casi termina en el cubo de la basura pero hoy puede cantar Cumpleaños feliz…
Ciertamente, a David le faltó muy poco para terminar en el cubo de la basura. A su madre ya la estaban preparando para abortar cuando una rescatadora Juan Pablo II la llamó. Estaba dentro de la sala para empezar el aborto. La rescatadora llamo una vez, y el novio colgó. La rescatadora volvio a llamar esperando lo peor. Esta vez la madre se puso al teléfono y, con gran sorpresa del que le iba a practicar el aborto, decidió salir de la clínica. Dentro de unos meses el pequeño David cumplirá 5 años y le podremos cantar Cumpleaños feliz. Alejandra María Rguez. Acosta.