Yo aborté cuando tenía 36 años. Después silencio. Cuando vuelve a hablar se nota que poco le queda para arrancar a llorar. Tiene ahora 73 años. No ha vuelto a tener hijos. Estaba soltera, la amiga que le presentó al novio, en Barcelona, la busco un sitio fuera para abortar. Por supuesto, el novio la «apoyaba a abortar«. Y lo hizo. Enfermera de profesión viajo por distintos hospitales de España. Bautizada sin continuidad en la Iglesia, alguien de confianza, pasados unos años, la aconsejo hablar con un monje de la abadía de Monserrat. «No pasa nada, ya esta, ya te has confesado«. Pero salió de esa confesión muy fría. A medida que pasaban los años se iba sintiendo más pequeña, y ese estado interior la fue llevando a algunas amistades católicas comprometidas. Un día la hablaron de la Virgen de Prado Nuevo en El Escorial. Y ya jubilada ahí que se fue. Y su vida de repente tiene otro sentido. Da su dinero a ayudas a madres rescatadas del aborto, a la iglesia y muchas ONGs del mismo tema. Cada bebé rescatado que conoce es un estado de paz interior. Ella sabe que nunca se podrá olvidar de ese hijo que ELLA NO DEJO VIVIR. Pero ha conseguido tener paz, y enfocar su vida a Dios.
Gracias Carmen R.E., tu testimonio es tu gran rescate. Marta Velarde, MasFuturo.