Un día cualquiera. Un grupo de rescatadores está repartiendo folletos de ayuda a madres embarazadas en las cercanías del abortorio ISADORA. Acaban de llegar. Se ponen lejos de las puertas del abortorio. NOS PRODUCE NAUSEAS ESTAR CERCA.

A los 5 minutos una enfermera sale a la puerta del abortorio. 10 minutos más tarde pasa despacio el primer coche de policía. Algunas personas que pasan por ahí se ponen a charlar con los rescatadores. Una vecina comenta que detrás de María, una rescatadora, está pasando el segundo coche de policía. Nos anima a que sigamos ayudando. A la media hora pasa el tercer coche de policía. Una rescatadora está poniendo el parquímetro. Y ve como otra enfermera del abortorio sale a ver si estamos ahí. Otra vecina nos comenta que ella nunca ve pasar coches de policía en esta calle apartada, pero en el tiempo que está hablando con otra rescatadora, Teresa, pasa otro coche de policía, que se para al lado de ellas, como viendo si pasa algo, al poco se va.

A las dos horas han pasado 9 coches de policía.

Nos preguntamos si dar ayudas gratuitas, sin ninguna ayuda estatal, altruistamente, con la alegría del que ayuda sin esperar nada a cambio se va a penar con la persecución y la cárcel.

(FOTO: restos de bebés encontrados en el cubo de basura del abortorio Isadora).