
De una familia de abogados, todo parecía que iba viento en popa. Su profesión, su novio… Pero tuvo que salir de su Venezuela natal para poder salir del horror de su país. Al poco de llegar se enteró que estaba embarazada. Decidieron que abortara, su novio le pagaba el aborto inicialmente.
Mariana ya tenía cita para abortar en la clínica El Bosque de Madrid. A diez minutos del momento se le acercaron dos personas. Eran los Rescatadores Juan Pablo II. Hoy tiene un bebé de casi dos meses. De sentir que no había opciones vio que el aborto era la única salida irreversible. Con apoyo y valentía, tuvo a su hijo. Hoy considera que es la mejor decisión de su vida y agradece el respaldo recibido.
No le quita ojo a su bebé, le ha llamado Pablo Santiago, el mismo nombre de uno de los dos rescatadores que salieron a su encuentro hace unos meses en un momento de máxima vulnerabilidad para ella. Acudía a esa clínica abortista sin su pareja que ni quería ser padre ni tan siquiera acompañarla, en situación irregular en España y con escasos recursos.
“En ningún caso me sentí atacada ni obligada ni nada, más bien me sentí tranquila, favorecida, ese apoyo que yo necesitaba. Simplemente se pusieron a hablar conmigo y nunca olvidará cuando me plantearon que era lo que pensaba que necesitaba para seguir adelante con mi embarazo. Yo solo necesitaba esas palabras de aliento y también ese apoyo, igual al de una familia que justo no tenía al haber llegado pocos meses antes de Venezuela por la grave crisis económica”, señala a COPE Mariana de 26 años.
A su bebé lo salvó su decisión de ser madre a pesar de las dificultades y a la red que le brindaron desde la Asociación Más Futuro que con su labor en el entorno de las clínicas abortistas ha salvado directamente a 5.400 bebés en los último 8 años, el 60 por ciento de madres españolas.
“Nadie te obliga ni a abortar ni a seguir adelante con tu embarazo, pero lo que sí sentí tras la intervención de esas dos personas y la de la Asociación Más Futuro es que ellos te daban la opción de poder seguir adelante, luego tú tienes que tomar la decisión. Si yo pude tener a mi hijo estando sola, sin pareja, siendo extranjera y sin recursos, pueden muchas otras, por eso les digo que no lo hagan porque hay alternativa, aunque todo tu entorno se oponga”, explica Mariana con su bebé en los brazos. + en Cope.es