Un interesante artículo se ha publicado la estadística del número de suicidios en España, con cifras record como publica el periódico ABC:

España vive la mayor cifra de suicidios de su historia. 2020 fue un año trágico y no solo por el coronavirus. Casi 4.000 personas decidieron quitarse la vida, el peor dato desde que se tienen registros. Aumentaron las muertes en mujeres, que por primera vez superaron los mil casos anuales y también las de personas muy mayores que crecieron un 20%. «Nunca se habían registrado tampoco 14 suicidios de niños menores de 15 años (el doble que en 2019)», recuerda Andoni Andoni Anseán, presidente de la Fundación para la Prevención del Suicidio.
El suicidio de la actriz Verónica Forqué no forma aún parte de esta estadística, pero su caso ha vuelto a poner el foco en un problema de que la sociedad española parecía ajena. En los servicios de Urgencias de los hospitales, la sensación es otra desde hace un año. Allí han visto cómo los casos por tentativas de suicidio se han casi cuadruplicado y la mayoría son reincidentes: personas que ya habían sido asistidos por el mismo motivo. La pandemia ha sido para muchas personas el desencadenante de un problema de salud mental que ha estallado en unos servicios de salud precarios. «En Madrid, una de las comunidades que más recursos destina, el tiempo de demora media para acceder a un centro de salud mental es de dos-tres meses. Ahora no hay una sola cama libre en hospitales de día para niños y adolescentes. Los intentos de suicidio, los trastornos afectivos y depresión y los problemas de conducta alimentaria están desbordando las capacidades de un sistema ya pobre», denuncia Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría. + en abc
Recientemente tenemos 3 chicas ingresadas y en tratamiento por intentos de suicidio. Y muchas otras que abortaron hace 10 y 20 años. El común denominador: todas intentaron seguir con su vida normal, banalizar su aborto. Pero pasa el tiempo, algunas tienen otros hijos, les va bien la vida pero están mal. Y cualquier cosa les recuerda que decidieron en algún momento atravesar la puerta del abortorio y decidir que su hijo no viva. La historia personal NO SE PUEDE BORRAR. El peso va siendo mayor a medida que pasa el tiempo. ¿Por qué se quiere silenciar esta realidad?, MasFuturo