Ayer día 19 de marzo, Rafa decidió dedicar el resto de su vida a Dios, ya es sacerdote. Hace ya 6 años, un día decidió ver qué pasaba en las cercanías de los abortorios. Todavía su vida no estaba decida. Cada vez que tenía un hueco se apuntaba a hacer rescates en algún abortorio de Madrid. Siempre con una sonrisa. Gracias a su constancia y entrega, muchos bebes pudieron vivir. Él nunca se da importancia. Pero los demás sí. Porque Rafa, sin miedo, arrastraba a amigos suyos a ver la realidad del aborto. Un día ya no volvió a venir. Dios ya había trazado su vida. Pero su corazón de rescatador siempre ha estado ahí, y cuando puede viene a traer cosas a la asociación. Todos los que hemos estado con él en rescates le queremos muchísimo.
¡¡¡Como es El de Arriba!!! ¡¡Siempre se lleva a los mejores!!