No nos importa recorrer 30 km en trasporte público. Tampoco que sea un sábado a primera hora, todo para salvar bebés. ¿Pero esto? Estamos cercanos al abortorio que le llamamos «el cementerio». No sabemos de donde ha salido este hombre, de mediana edad, vestido con bermudas y camiseta de marca cara, moreno de playa que se acerca a insultarnos, palabras como «robáis niños como las monjas» «no podéis estar en esta acera, es de la clínica, fuera de aquí»…y va subiendo de insultos. Se cansa de que no le contestemos y cuando cree que alguien le va a decir algo, vuelve a seguir insultando. Una voluntaria que acaba de ser madre, otros voluntarios que han llegado pronto, una chica que viene por primera vez, ninguno le contesta. Impotente entra en el abortorio Ya es media mañana, el calor de agosto no encuentra sombra. Solo quedamos dos. 20 minutos tranquilos, y de repente nos cae al lado un líquido rojo, con mezcla de amarillo y marrón. Mientras mirábamos al suelo escuchamos el cerrar de una ventana o puerta, estamos a unos 8 metros de la puerta, el edificio es entero del abortorio, cae desde arriba. No hay otra opción: ellos han echado ese líquido (después nos dicen médicos y enfermeros que es una mezcla de sangre y placenta).
Nos sentamos en la otra acera. Pero no pasan ni 5 minutos y nos cae una primera piedra, no vemos de donde o de que parte del abortorio ha salido. Podían haberlo tirado desde una ventana o desde la azotea (desde la azotea hubiera sido a ciegas, eso explicaría que hubiera fallado). Unas parejas que esperan que las mujeres salgan de abortar a sus hijos lo han visto y nos dicen que seguro que es ese señor. La segunda piedra la ven venir justo al final, y venía desde la clínica. Dios quiso que fallara. Vicky y Nacho, orgullosos de Salvar Bebés, Rescatadores Juan Pablo II.
Ahora iremos más veces y más a menudo a esa clínica. No nos van a amedrentar.
La impunidad del que se sabe protegido. Al fin y al cabo el aborto es un asesinato consentido
Habréis ido corriendo a la policía para denunciar estos hechos con testigos, no?. Yo, de vosotros, iba con un móvil y grababa cualquier agresión.
Mirad, me creo que algún loco os haya tirado piedras, incluso un líquido rojo, pero que éste sea sangre con restos de placenta, no, porque resulta que la sangre, la placenta y los restos abortivos son residuos biológicos de tipo III y IV y no van a ser tan tontos de exponerse tan alegremente a una denuncia por mala gestión de residuos biológicos que les pueda acarrear una multaza y hasta el cierre del centro.
Ese abortorio fue investigado por cosas tan macabras que ésta. Tiraron restos humanos a la basura, falta grave que podría acarrear el cierre del centro. Un juez afín al PSOE dio carpetazo el asunto, cargando contra la Guardia Civil. Rubalcaba, entonces ministro, permitió el linchamiento de los agentes a pesar de que había actuado correctamente, según la investigación abierta por la GC. Y el expediente de la Comunidad por diez faltas graves quedó congelado. Gozan de total impunidad y lo saben, por eso se atreven a hacer estas cosas.
gracias por seguir ahí aguantando viento y marea por las vidas de esos niños que tanto os necesitan rescatadores
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