En los Estados Unidos, La Ley de Protección al Infante Nacido Vivo requiere que los abortistas y personal, den atención médica al niño accidentalmente nacido vivo durante un aborto. Sin embargo, Live Action ha descubierto a través de investigaciones encubiertas, que muchos abortistas ignoran esta ley. Los bebés también nacen vivos después del aborto, en Europa. El ACLJ, que está promoviendo la legislación para proteger a estos bebés, ha recopilado testimonios de enfermeras y parteras.
MK, una enfermera estudiante en Francia, nos cuenta la siguiente historia:
El niño nació vivo, y para evitar que llore, el médico rápidamente cubrió su rostro. Fue llevado a una habitación lateral… Pude ver que no había ningún defecto aparente, él peleaba por respirar, y tuvo algunos leves gestos. Estaba totalmente formado, tenía cejas, cabello, uñas… El doctor entró y me preguntó si todavía estaba respirando, si así fuera, le pondríamos una inyección para “resolverlo.” Cinco minutos más tarde, regresó y tomó una jeringa… Luego, atravesó al bebé en el corazón… El niño, durante la inyección, movió todos sus miembros. No sé qué significó, pero tal vez estaba sufriendo. El pequeño solo vivió un cuarto de hora. El equipo médico les dijo a los padres que había nacido muerto. Esta es la razón por la que no querían que llorara al nacer: sería demasiado traumático para ellos. Lo que me golpeó personalmente, fue la sangre fría del doctor (jefe del departamento) que había inyectado en el corazón del niño. El hecho de que estuviera vivo, era un problema que necesitaba ser atendido; nunca se contempló la posibilidad de decirles a los padres lo que realmente pasó.
El Sr. XB, un médico, hizo la sorprendente revelación de que el jefe del Departamento Genético del Hospital de Bordeaux, ordenaba que los bebés en el tercer trimestre, sean abortados vivos, de modo que sus tejidos cerebrales estén frescos para fines de investigación. Cuando XB dejó el hospital, habló con una enfermera y expresó su disgusto por los infanticidios:
Veo a esta joven (la enfermera) contemplando el espacio, diciendo: “Es verdad que algunas veces, hay un pequeños asesinatos, entre amigos…” Entonces me contó sobre un caso en el que el bebé tuvo tiempo para gritar antes de ser llevado a toda prisa al cuarto de lado. Estos casos no son tan raros, y son dramáticos porque la madre escucha a su bebé, y en el momento en que se da cuenta que está vivo, el niño es asesinado… Lo que lo hizo tan incómodo es que los tres doctores (un anestesiólogo, un obstetra y un pediatra) se tomaron una hora para matar al recién nacido. Ya que estaba vivo, el niño luchó vigorosamente y no podían ponerle la inyección letal.
Testimonio de la Sra. L.M., ex Enfermera Anestesista:
Quiero dar testimonio del infanticidio, no solo de que hayamos realmente matado a un recién nacido de 28 semanas de vida, sino peor aún: no hemos tenido la humanidad de ir en su ayuda… La joven madre era una drogadicta VIH positivo, quien descubrió su embarazo muy tarde. Los ginecólogos la convencieron de abortar, pero el bebé nació vivo. Las parteras simplemente lo pusieron desnudo en una fría tina de acero inoxidable, sin ningún cuidado. Su madre estaba consciente durante el parte y el nacimiento del bebé; lloraba y quería ver a su pequeño, pero los doctores decidieron que este niño debería morir. No lo entregaron a su madre para calmarla. Este bebé se iba a recuperar, estaba respirando por su cuenta y lloraba vigorosamente. Honestamente, pienso que lo dejaron morir de frío… ¿Por qué se lucha por salvar a algunos bebés prematuros, mientras que a otros se les da muerte sin humanidad?
Otro doctor le puso una inyección epidural a una mujer que estaba teniendo un aborto de seis meses. No queriendo ser testigo del parto del bebé, él salió de la sala, luego regresó y se encontró con la enfermera. Dijo:
Estaba nerviosa e incómoda… La matrona me contó cuán rápidamente el ginecólogo había terminado con la vida del niño en el vientre, a través de un ultrasonido, localizando e inyectando el producto para hacer que el corazón del niño se detenga. Luego, el parto vaginal fue inducido. En ese momento, el niño salió, la matrona estaba sola. Cuando el niño salió completamente, lloró; estaba vivo. La partera contó cómo tomó al niño y ahogó sus gritos con la mano, apresurándose de modo que los padres no lo escucharan… después de muchas maniobras, mataron al bebé.
Poco después, otra mujer llegó al hospital en trabajo de parto, y dio a luz un niño prematuro, pero que era muy deseado por ella:
Su niño fue llevado de inmediato a la sala de reanimación neonatal. Fue una difícil reanimación; pronto llegaron los pediatras para ayudar… Después de una larga resucitación, el niño fue estabilizado y llevado a la unidad neonatal de cuidados intensivos. Me di cuenta entonces, que este niño que habíamos resucitado, era de la misma edad que el otro bebé, al que unas pocas horas antes, no le habíamos dado el derecho a vivir.
Otro médico que había estado haciendo abortos durante ocho años, dijo:
Estando de guardia, en la sala de parto, una mujer estaba pariendo como parte de un aborto… (El ginecólogo en jefe) se acercó a los internistas y en voz baja, aunque no lo suficiente como para que yo no lo oyera, dijo: “Si el niños está respirando al llegar, presionan fuerte aquí, sobre la tráquea, hasta que deje de respirar completamente,” y se volteó hacia mí: “Y tú, tú no escuchaste nada.”
Una trabajadora que estuvo 36 años en una maternidad, en atención obstétrica, describe lo siguiente:
Tengo recuerdos horribles del tiempo que estuve en la sala de ginecología, donde participé en abortos en estado avanzado de gestación, la mayor parte, alrededor de la semana 16, en los que el feto luchaba y trataba de respirar durante 5 a 15 minutos. Ya que no hay reglas ni regulación sobre lo que se debe hacer con un feto que está luchando por vivir, dejas que muera por sí mismo en un recipiente o una cuenca… Eso no es algo raro. Aproximadamente el 25% de los que están entre la semana 16-17, viven durante un tiempo.
La Sra. Andrea Kischkel, médico en el Hospital de Gällivare, Suecia, informó:
Una niña nació viva el 1 de marzo de 2014 a las 7:55 pm. A las matronas no se les permitió contactar al pediatra de guardia. Por lo tanto, no se le dio ninguna medicación, ningún alivio para el dolor, a pesar de haber sido retirada por extracción al vacío. Una partera tomó a la bebé en toallas calientes, y esperó hasta que murió, casi una media hora más tarde.
Varios testimonios más pueden encontrarse en el informe completo del Centro Europeo para la Ley y Justicia. Vídeo de las declaraciones en: LiveAction
Los proabortistas ponen como excusa a su práctica las condiciones en que se aborta en lugares donde no está «legalizado» provocando muertes entre las madres que deciden terminar con la vida de su hijo. ¿Qué dicen a esto? ¿No es suficiente razón para acabar con esta práctica el hecho del posible sufrimiento o la vida que se abre paso?
Que desastre, cuando vamos a aprender como humanidad a cuidar de todos? Nos creemos seres superiores para decidir quién vive y quien no. Es nefasto.