Ocurrio en Argentina. El abogado de la psicóloga a quien decidieron sancionar por asistir a una menor embarazada tras una violación, en Argentina, defendió el accionar de su representante y lo calificó como “un acto humanitario” de “ayudar a la mujer embarazada a darse una oportunidad de elegir a su bebé por encima de los problemas que la agobian”. En febrero de 2016, la Dra. Catalano, voluntaria de la ONG Grávida (abajo jóvenes Pro Vida argentinos), que asiste y acompaña a mujeres con embarazo vulnerable, conoció el caso de una niña de 11 años con retraso madurativo, que quedó embarazada tras una violación perpetrada por su padrastro. Al darse cuenta que la menor y su madre creían que después de la “interrupción del embarazo”, opción que le habían ofrecido en el hospital, el bebé iba a vivir, Catalano decidió explicarles qué era el aborto en realidad y sus consecuencias. A raíz de esto, la menor decidió seguir adelante con el embarazo y dar en adopción al bebé, a quien llamó Francisco, mientras que el violador pudo ser detenido gracias a que fue posible analizar el adn del bebé y así confirmar al autor del delito. El accionar de Catalano provocó malestar en el Colegio de Psicólogos de Santa Fe, que decidió sancionarla con “una suspensión de la matrícula por seis meses y un apercibimiento público con la gravedad de las infracciones al Código de Ética”. Mónica Niel, Presidente del Colegio de Psicólogos de Santa Fe, informó en declaraciones radiales que la sanción es por obrar según “sus propias convicciones” e interferir en el “tratamiento” del hospital que trabajaba en el caso. Catalano apeló la decisión el Colegio ante la justicia, que ahora tendrá que resolver si se justifica o no la sanción. En esa línea, recientemente la Cámara de Apelaciones en lo Penal pidió al Colegio no difundir información provisoria sobre el caso. Solicitaron que “cese y suprima toda publicación, comunicación, reproducción, divulgación o difusión que por cualquier medio” y “se abstenga de realizar cualquier otra publicación sobre esas sanciones”. Frente a esto, además de alertar sobre la “falta de ética” del Colegio en la difusión del caso, el abogado de Catalano, Esteban Romero, afirmó que “un embarazo en riesgo, vulnerable, es una situación que requiere apoyo, acompañamiento y contención: no solamente del Estado, sino de toda la sociedad”. En ese sentido, “María Belén buscó acompañar a una pre-adolescente, a su madre y su hijo por nacer, procurando dar una mano, mostrando un rostro solidario y brindando una atención concreta”. Por otro lado, su accionar “derivó el nacimiento de Francisco, hoy adoptado por una familia. Todos los involucrados, abuela, mamá, bebé y familia adoptiva, están bien, contentos de apostar por la esperanza, por la vida y la dignidad”.

“Hoy, en nuestro recuerdo no queda sólo el crimen horrendo de la violación, sino también el rostro de felicidad de los padres adoptivos de su bebé, Francisco, y el orgullo de una madre preadolescente que pudo optar por la esperanza porque recibió ayuda para elegir con libertad”, dijo Romero. El abogado de Catalano aseguró que este caso muestra que “el aborto no es una solución humanitaria” y sí lo es “acompañar a una persona que está pasando una situación difícil, ayudar a la mujer embarazada a darse una oportunidad de elegir a su bebé por encima de los problemas que la agobian”. “Hoy se necesitan constructores de la paz, gestos concretos de caridad, una mano abierta que reciba a todos y no excluya a nadie. María Belén no hizo más que intentar plasmar eso”, concluyó el abogado de Catalano. Aciprensa