Hoy no dábamos crédito de la poca gente que entraba en el abortorio El Bosque, desgraciadamente lo habitual suele  ser el doble. Después de un largo rato sin movimiento, sin ninguna mujer acercándose, casi nos olvidamos de  donde estábamos. Un rescatador recién incorporado, había venido preparado, llevaba toda la semana sacando huecos libres para poder enterarse bien sobre el aborto y sus consecuencias; mientras nos contaba la experiencia de Patricia Sandoval, abortista y convertida(habiendo aboratado 3 veces! Gran ejemplo de perdón y cambio posible), vemos a dos mujeres que salen, van deprisa, mientras mis dos compañeros se acercan a la que va más adelantada, intento hablar con la que le sigue, al escucharme, tan solo me dice “yo ya no estoy embarazada”. Aun así le doy el folleto y ella sin querer pararse sigue su marcha.

“Yo ya no estoy embarazada”, es una frase que se me ha quedado grabada, triste. El bebé ya no está dentro de ella, está muerto. Al rato la vemos con un hombre y un niño, su familia será. ¿Por qué el primer hijo si y el otro no? Esperemos que desde Arriba su hijo pueda guiarla y hacerle darse cuenta del mal cometido pero del bien que aún le puede quedar por hacer.

¿Coincidencia o Diosidencia? Muchas gracias a esa persona que hizo ayuno para ofrecer la mañana de rescates de hoy, nos enteramos después, pero desde luego que parece haber dado su fruto, hoy aquí no han muerto muchos niños. Adriana Gullón, rescatadora Juan Pablo II