Son las 8:45 de la mañana. Llega una rescatadora al abortorio Isadora de Madrid. Está esperando a el grupo de rescatadores Juan Pablo II. Ve un coche de la policía nacional en la puerta del abortorio. La policía esta dentro. Cuando salen del abortorio miran a lo largo de la calle. Y se van. A las 10:05 vuelven. Los rescatadores, ya han llegado. Varias chicas con las que han hablado no van a entrar al abortorio. Están contentos. De repente sin verlos unos policías paran a dos de ellos. Nos parece raro porque ellos han llegado tarde y no han hablado con ninguna. Son dos de los rescatadores que hace un año un médico del abortorio le dio una paliza al más pequeño, el otro rescatador solo tiene un riñón y no pudo ponerse en medio para que parara. Ganaron el juicio los rescatadores y el médico no les ha pagado todavía la indemnización impuesta.
Le preguntamos a la policía que tienen contra ellos. «Nos han llamado del abortorio otra vez», contesta la policía. ¿Pero pasa algo? Nada. A la policía le extraña que estén lejos de la puerta. Que no pasaría nada que estuvieran, que no es ilegal. ¿Entonces?
Cada día que el abortorio ve que estamos repartiendo información llaman a la policía QUE RAPIDAMENTE VIENEN. A nadie le importa.
Vamos a seguir yendo a salvar bebés.
A lo mejor, aunque no sea el plan de los del abortorio, el que vaya la policía sirve para que no os hagan ellos mismos más daño…
Ánimo rescatadores, sois los únicos, UNICOS que mantenéis viva la llama en la defensa de la vida con un testimonio diario en contra la industria del aborto. Muchos deberíamos seguir vuestro ejemplo.