Nos parece increíble que 19 personas entren en el abortorio Dator de 4 a 6 de la tarde. Poca gente en la calle, tarde fría, el personal de Dator entra y sale del abortorio. No somos muchos haciendo rescates y no llegamos a todas. Algunas nos prometen llamarnos. Una chica de unos 25 años sale con una mujer que dice ser su madre. La chica coge el folleto de ayudas. La madre la incita a que no nos escuche, la coge del brazo y la aparta. Pero la chica nos mira, se para y escucha. No sabemos si llamará. El personal del abortorio pasa y vuelve sobre sus pasos delante de nosotros. Dos no pelean si uno no quiere. Empieza a anochecer, estamos bastante cansados pero no queremos irnos. Una mujer sale del abortorio, su pareja e hijo la esperan fuera en su coche. Después de un rato callada, coge el folleto, nos mira, y hace una llamada perdida. La rescatadora no encuentra la llamada. Solo puede esperar que la llame otra vez. Dos horas más tarde recibe una llamada. Es ella. Quiere conocernos, quiere seguir adelante con su hijo. Marta, Luján, María, Rescatadoras Juan Pablo II.
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