Yo también dudé.

Me gustaría que mi testimonio hiciera pensar a muchos. Yo también dudé, y si no me hubiera equivocado de teléfono, ahora mi bebé no existiría.

Tengo 26 años, y a mitad de junio del año pasado, empecé a sentirme mal. Un dolor de estómago, no podía ni dormir, me ahogaba. Me fui al hospital, donde me dieron una pastilla para el dolor. Al día siguiente durante la ecografía, el médico me comenta que tengo dextrocardia,  todos tus órganos de la izquierda están a la derecha y viceversa. Bueno para salir de dudas me mandó a urgencias para que me hagan un estudio de rayos X. Se confirmó que mi corazón y demás órganos estaban a la derecha. Al mes siguiente veo que mi ciclo es raro y decido hacerme un test de embarazo. Sale positivo.

¡Entre en pánico!, no sabía de cuanto estaba. En un centro privado me hice una eco para salir  de dudas, siempre con intención de abortar. El ginecólogo me felicita: ¡¡¡¡¡ESTAS DE 26 SEMANAS!!!!! Tú bebé ya está completito como para nacer.  El médico me pregunta si quiero saber el sexo. El pánico no me dejaba hablar. Le digo que sí. Y me dice, es un varón y se le ve muy bien. Después me bajo de la silla, agarró mí abrigo, y salgo sin pedir la foto de mi ecografía ni mi factura: Me pongo a llorar en plena calle. Empiezo a pensar mil cosas, que si en verdad está bien, por los tratamientos que tuve, los rayos X,…. ¿Qué puedo hacer yo sola con un bebé? Así estuve hasta enero. Empecé a llamar a teléfonos para abortar. Y uno de ellos me animó a tenerlo, empecé a plantearme otra situación. Día a día hablaba con Virgi y con Marta, de MásFuturo. Sabía que tenía posibilidades de abortar, podía conseguir el dinero. Pero algo dentro de mí estaba gritando que NO LO HICIERA. Después de las fiestas le conté a mi tía, con la que vivo. Me dio su apoyo.

Hoy tengo en mis brazos a mi bebé. Tiene un mes y gracias a Dios está sanito que es lo más importante. Como me dijo Marta, cuando le dices sí a Dios todo sale bien. Ahora le miro a mi bebé y me arrepiento mucho del mal pensamiento que tuve. Gracias por estar ahí cuando más lo necesitaba. Soy muy feliz con mi bebé. Me llamo Daisy, os escribo desde Barcelona.

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