
Los documentos publicados recientemente de Abortion On Trial ofrecen una nueva perspectiva sobre la muerte de Keisha Atkins, de 23 años. Atkins, que se sometió a un aborto tardío en 2017, murió de sepsis cuatro días después del inicio de su procedimiento de aborto. Los documentos recientemente publicados revelan que Atkins fue drogada repetidamente por el personal del abortorio en los días previos a su muerte. Se cree que Atkins tenía alrededor de seis meses de embarazo cuando visitó Southwestern Women’s Options en Nuevo México el 31 de enero de 2017 para comenzar el aborto por inducción tardío. El primer día de un aborto por inducción, el abortista comienza a dilatar el cuello uterino de la mujer e inyecta digoxina, en el corazón del feto para causar un paro cardíaco. Luego, la mujer abandona el centro de aborto para esperar varios días hasta que continúe la dilatación cervical. Después de tres o cuatro días, regresa al centro para dar a luz el cuerpo de su bebé muerto, aunque es posible que dé a luz por su cuenta en su casa o en su habitación de hotel. +LiveAction
Recordamos aquí el vídeo de la periodista danesa embarazada de 30 semanas que grabó con cámara oculta Carlos Morín, de la clínica de abortos EMECE de Barcelona que le propuso aborto con digoxina:
El director de la clínica acusada de practicar abortos ilegales a mujeres de más de siete meses se defiende. Carlos Morín aseguró practicar abortos sólo en caso de «riesgo para la vida» dela mujer o el feto. Un reportaje emitido este domingo por la cadena de televisión pública danesa DR y grabado con cámara oculta acusaba a la clínica Emece de Barcelona, perteneciente al grupo CBM, de realizar presuntamente abortos ilegales a mujeres embarazadas de hasta más de siete meses procedentes de toda Europa.
El Departamento de Salut de la Generalitat ha abierto un expediente informativo para investigar la denuncia de esta televisión y su subdirector de servicios sanitarios, Lluis Torralba, ha señalado que tenía conocimiento del reportaje antes de su emisión a través del director del centro, el doctor Carlos Morín. Según el reportaje (que puedes veren la web de DR),rodado hace un mes, en este centro se recurre de forma fraudulenta y sistemática a la cláusula legal que en España autoriza abortos sin límite de tiempo de gestación en caso de riesgo físico o mental grave para la mujer.
En el documental, una periodista danesa embarazada de 30 semanas, contacta con la clínica barcelonesa ocultando su profesión y viaja luego a la ciudad condal acompañada por otro periodista de la cadena, que se hace pasar por un amigo, después de que las autoridades sanitarias danesas le hubieran negado el aborto.
Allí, se entrevistan con el director de la clínica, el doctor Carlos Morín, quien asegura que recibe clientes de países como Francia, Gran Bretaña, Holanda, Alemania e incluso Australia y que el procedimiento es legal y sin riesgos para la mujer. Morín explica ante la cámara oculta que al feto se le inyecta en el corazón «digoxina», sustancia que se usa para tratar enfermedades cardíacas, lo que le provoca la muerte por parada cardíaca antes de que sea extraído del útero.
A la joven, quien alude a una supuesta ruptura con su pareja para justificar su deseo de abortar, se le pide rellenar unos cuestionarios sobre su salud y estado mental. El precio de la operación es de 4.000 euros.
El documental ofrece también el testimonio de una joven danesa, cuya identidad y rostro permanecen ocultos, que afirma que se le practicó un aborto en la misma clínica en 2004, cuando estaba embarazada de 26 semanas y a cambio de algo más de 4.000 euros.
Turismo de aborto: en España, «miles de europeas» han viajado a Barcelona para abortar y que «muchas» de esas operaciones son ilegales, aparte de calificar a Morín de «rey del aborto». El vídeo de la cadena pública danesa DR- 20 minutos