- Ciencia: Debatir el concepto «persona» es un argumento abstracto, el concepto «vida» no lo es. La ciencia lo afirma indiscutiblemente, en multitud de fuentes, que la vida comienza en la concepción. También es importante tener en cuenta la rapidez con que se desarrolla un niño dentro de la madre. Los hitos del desarrollo fetal del primer trimestre extraídos de la clínica Mayo incluyen:
Fertilización e implantación (el proceso comienza aproximadamente 2 semanas desde el último período menstrual). Semana 3 (5 semanas desde LMP): el cerebro, la médula espinal y otros órganos comienzan a formarse. Semana 4: (6 semanas desde LMP): las características faciales comienzan a aparecer, el corazón del bebé bombea sangre. Semana 9 (11 semanas a partir de la LMP): los genitales se desarrollan. El comienzo de la vida es un hecho indiscutible y es una medida efectiva y justa a partir de la cual se puede configurar la política.
- Las leyes pro-vida mejoran la salud de la mujer. Los pro abortistas afirman que los pro-vida ignoran la salud de las mujeres. También agregan que si el aborto fuera ilegal, el procedimiento se realizaría independientemente, la única diferencia es que se realizaría bajo condiciones peligrosas y deficientes. Antes que nada, no puedes tenerlo de las dos maneras. Si el temor es que la ilegalidad del aborto haga que el procedimiento sea más peligroso, ¿por qué objetar las leyes que hacen que los abortorios cumplan con estándares más altos y, en consecuencia, proteger la salud de las mujeres? En segundo lugar, como informó Live Live News, existe evidencia sustancial para demostrar que las leyes pro-vida protegen la salud de las mujeres. Un estudio publicado en el British Medical Journal muestra que los estados mexicanos con leyes de aborto «menos permisivas» experimentaron tasas más bajas de mortalidad materna por complicaciones del aborto. Un estudio de la Universidad de Stanford muestra tasas más bajas de complicaciones del aborto para los estados americanos con esos mismos tipos de leyes.
Si la persona puede ser eliminada de vidas prenatales, ¿qué impide que la eliminemos de los demás? Vivimos en un mundo donde el «aborto posparto», esto es, el asesinato de recién nacidos, está ganando popularidad. Es desgarrador que el Congreso tenga que aprobar una ley que dice que los niños que sobreviven al aborto deben recibir atención médica estándar. La defensa del aborto es una pendiente resbaladiza y abre las puertas a otras injusticias. Ya somos conscientes del racismo y la discriminación inherentes a la institución: los negros y los niños con discapacidades son abortados desproporcionadamente más. Más recientemente, hemos sido informados sobre el tráfico de partes del cuerpo. LiveAction