Muchas llamadas en el teléfono 24 horas, por la mañana, por la noche, a cualquier hora. El confinamiento en las casas ha disparado las consultas por teléfono. Una de ellas, es una mujer de 32 años del noreste de España. Esta de 28 semanas de embarazo. Tiene un niño de 9 años. Está llamando a distintos abortorios. No puede pagar en ninguno de ellos, dice que es muy caro. Nos llama para ver si la ayudamos para abortar. Cuando explico que es una asociación de ayuda a embarazadas a salir adelante con su hijo se queda cayada. Después de unos minutos hablando la pregunto, ¿por qué abortar a tu hijo? y su contestación se me encoge el corazón: mi pareja y yo no nos apetece nada otro embarazo, y no quiero que lo tenga nadie. Me da igual que nazca vivo, no pienso verlo. Ya encontrare un precio más barato.
Me viene a la cabeza la cara de un bebe de 28 semanas chupándose el dedo, bostezando, enredando dentro de la madre. La he puesto de nombre Julia. Para nosotros si eres importante, no pensamos dejar de hacer rescates. ¡Nunca! Marta Velarde, Rescatadora Juan Pablo II